¡YO ME VUELVO!

Yo me vuelvo... eso pensé al salir del aeropuerto.
Bajamos del avión, resandole hasta al dios de los cacahuetes para elefantes de la India, y nos toca nuestro turno para pasar por extranjeria, y a parte de la cara "soymuymala" con la que me miró nada mas. Tengo el sello, y... ESTOY DENTRO DEL PAIS!
Salidos a por las maletas, y ya llega la primera persona preguntandonos si teniamos € para cambiar por bolivares.
Que eficientes los de las maletas aqui, al llegar a la cinta de las maletas ya estaban allí (hacia 5 minutos que habiamos bajado del avión!)
Salimos en busca de una pareja con cartel... pero ninguna era quien buscabamos. Llamamos por teléfono y nada. Stella se pone nerviosa, muy nerviosa. La inseguridad se respiraba. Gente rara preguntando por dolares, la guardia con cara de malota mirandonos, y nosotros solos en medio.
Después de algún momento tenso entre Adrián y yo, conseguimos contactar con familiares, y ya nos encontramos con Luis y Carmen (sus familiares).
Salimos del aeropuerto, ¡Que Calor! y lo que más me sorprende son los coches, todos (y cuando digo todos son todos) son pedazos de coches 4x4. Como se nota que la gasolina está regalada.
Empíeza el viaje a Guigue (entre Maracay y Valencia) de donde es la familia de Adrián.
Estos primeros 15 minutos en el coche fueron muy duros, de verdad pensé que me volvía en el próximo avión.
Carmen y Luis nos avisaban (como todo el mundo) de la inseguridad, incluso ella fue secuestrada hace unos años. Ya me doy cuenta que no se quedan cortos. La inseguridad se respira en el ambiente.
Pero poco a poco en el viaje ya empezó a pintar de mejor color, esta pareja era encantadora, el pais es precioso, el tiempo,...
Debido al Jet-lag y el cansancio, me duermo en el coche de camino a casa. Y practicamente me despierto al dia siguiente. Ya en Venezuela.